REFORMA PETROLERA (Primera Parte)
De aceptarse como la propuso, ¿qué supondrá la reforma petrolera de Peña Nieto? Para responder hay que comenzar por identificar los distintos modelos de industria petrolera que puede haber, reconocer cuál es el que tenemos, aclarar cuál es el que se propone en la reforma, y señalar cuál es el mejor.
¿Cuáles son los distintos modelos de industria petrolera? Primero: monopolio gubernamental, sin ningún tipo de participación privada. Segundo: monopolio gubernamental, con participación privada, por medio de contratos de riesgos. Tercero: empresa gubernamental, con o sin participación de capital privado, compitiendo con otras empresas, que pueden ser gubernamentales o privadas. Cuarto: empresas privadas, que puede ser una (monopolio) o varias (competencia), concesionadas por el gobierno, a cambio del pago de una renta petrolera. Quinto: empresas privadas, que pueden ser varias (competencia) o una sola (monopolio), propietarias del petróleo, que explotan sin pagar renta petrolera al gobierno. En esencia, éstos son los cinco posibles modelos de industria petrolera.
¿Qué tipo de industria petrolera tenemos en México? La industria del petróleo en México coincide con el primer modelo antes señalado: monopolio gubernamental, sin ningún tipo de participación privada, ni contratos de riesgo con la iniciativa privada, ni mucho menos concesiones a empresas privadas, ni siquiera a cambio del pago de una renta petrolera. La industria petrolera mexicana es, de la A a la Z, sobre todo en lo referente a exploración y extracción, un monopolio gubernamental, cerrado a cualquier tipo de participación de la iniciativa privada, tal y como lo señala el artículo 27 de la Constitución, en el cual se lee, uno, que “la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada”; dos, que “corresponde a la Nación el dominio directo de (…) el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos” y, tres, que “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos (…), no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos”, debiéndose entender por Nación, o el gobierno en turno, o la empresa gubernamental que para tal efecto se haya creado, en este caso Pemex.
¿En qué consiste la reforma petrolera propuesta por Peña Nieto? En esencia, y esto es lo que ha provocado la reacción de los conservadores, quienes quieren que la industria petrolera mexicana se conserve tal cual, en eliminar del último párrafo constitucional citado anteriormente las palabras ni contratos, y sustituirlas por pero sí contratos, de tal manera que quede redactado, en esencia, así: “Tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos no se otorgarán concesiones, pero sí contratos”, todo ello con el fin de que Pemex exploté de mejor manera, contando con más capital y mejor tecnología, el petróleo. ¿Algo de malo? Segunda Parte